Reproducción de artículos de este blog

Todos los artículos de este sitio Web están protegidos por los derechos de autor.
La reproducción de artículos podrá hacerse citando la fuente, el autor y la obra.
No haga con estos artículos obras derivadas.

jueves, 30 de septiembre de 2010

UNA PERSPECTIVA CONCEPTUAL DEL APRENDIZAJE

Hay muchos tipos distintos de teorías del aprendizaje. Cada una destaca aspectos diferentes del mismo y, en consecuencia, cada una es útil para fines determinados. En cierta medida, estas diferencias reflejan un enfoque deliberado en un aspecto del problema multidimensional del aprendizaje y también reflejan diferencias de carácter más fundamental en cuanto a los supuestos sobre la naturaleza del conocimiento, de conocer y del conocedor y, en consecuencia, sobre lo que es importante en el aprendizaje. En esta simplificación sobre las teorías del aprendizaje, no se deben olvidar los desarrollos biológicos, neurofisiológicos, culturales, lingüísticos e históricos que han hecho posible nuestra experiencia humana.

1. El aprendizaje tiene un interés natural para los estudiosos de las funciones neurológicas:

Las teorías neurofisiológicas se centran en los mecanismos biológicos del aprendizaje. Estudian los límites y los ritmos fisiológicos y cuestiones relacionadas con la estimulación y que intervienen en la imitación y el modelado y que, en consecuencia, se centran en el estudio de los procesos cognitivos por los que la observación se puede convertir en fuente de aprendizaje. Son útiles para comprender los detallados mecanismos de procesamiento de información por los que las interacciones sociales influyen en la conducta (Bandura, 1977).

2. Algunas teorías se apartan de un enfoque exclusivamente psicológico:

Las teorías de la actividad se centran en la estructura de las actividades como entidades históricamente constituidas. Su enfoque pedagógico se centra en el establecimiento de la optimización de los procesos de la memoria (Edelman, 1993; Sylwester, 1995).

3. Tradicionalmente, el aprendizaje ha sido objeto de las teorías psicológicas:

• Las teorías conductistas se centran en la modificación de la conducta por medio del par estímulo-respuesta y del refuerzo selectivo. Su enfoque pedagógico se centra en el control y en la adaptación de la respuesta. Como ignoran por completo las cuestiones relacionadas con el significado, su utilidad se limita a los casos donde no es posible o pertinente abordar cuestiones de significado social, como los automatismos, la disfuncionalidad social grave o el entrenamiento de animales (Skinner, 1974).

• Las teorías cognitivas se centran en las estructuras cognitivas internas y ven el aprendizaje como transformaciones de estas estructuras cognitivas. Su enfoque pedagógico se centra en el procesamiento y la transmisión de información por medio de la comunicación, la explicación, la recombinación, el contraste, la inferencia y la resolución de problemas. Son útiles para diseñar secuencias de material conceptual que se basen en estructuras de información ya existentes (J. R. Anderson, 1983; Wenger, 1987; Hutchins, 1.995).

• Las teorías constructivistas se centran en los procesos por los que los estudiantes construyen sus propias estructuras mentales al interaccionar con un entorno. Su enfoque pedagógico se centra en las tareas. Favorecen las actividades prácticas y autodirigidas orientadas hacia el diseño y el descubrimiento. Son útiles para estructurar entornos de aprendizaje, como mundos simulados, para facilitar la construcción de ciertas estructuras conceptuales mediante el compromiso en tareas autodirigidas (Piaget, 1954; Papert, 1980).

• Las teorías del aprendizaje social tienen en cuenta las interacciones sociales, pero siguen adoptando una perspectiva básicamente psicológica. Destacan las relaciones interpersonales puentes que salven la distancia entre el estado histórico de una actividad y el nivel de desarrollo de una persona en relación con esa actividad (por ejemplo, entre el estado actual de un lenguaje y la capacidad de un niño para hablar ese lenguaje). Su objetivo es definir una «zona de desarrollo próximo» en la que los estudiantes que reciben ayuda puedan realizar una actividad que no podrían realizar por su cuenta (Vygotsky, 1934; Wertsch, 1985; Engestróm, 1987).

• Las teorías de la socialización se centran en la adquisición de afiliación por parte de los principiantes dentro de un marco de referencia funcionalista, donde adquirir afiliación se define como «interiorización de las normas de un grupo social» (Parsons, 1962).

• Las teorías de la organización se ocupan tanto del aprendizaje que llevan a cabo los individuos dentro de las organizaciones como del aprendizaje de las organizaciones como tales. Su enfoque pedagógico se centra en los sistemas, las estructuras y las políticas de las organizaciones y en las formas de memoria institucionales (Argyris y Schón, 1978; Senge, 1990; Brown, 1991; Brown y Duguid, 1991; Hock, 1995; Leonard-Barton, 1995; Nonaka y Takeuchí, 1995; Snyder, 1996).

Bibliografía
Wenger, Etienne (2001) Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e identidad. Paidós. Barcelona.