En diferentes lecturas manejamos conceptos sobre educación, información y conocimiento. A través de la educación se aprende el conocimiento, que es la capacidad que tiene el ser humano para apropiarse de información y de datos que recibe, y convertirlos así en una acción de valor cualitativo.
En esta idea, la Teoría del Aprendizaje Significativo de Ausubel (1968), pertenece al enfoque cognitivo y por ello explica el proceso de aprendizaje desde esa óptica: “El aprendizaje es significativo cuando la nueva información interactúa con los conocimientos existentes, es asimilada y adquiere de esta forma significado”. El verdadero aprendizaje significativo es la incorporación de saberes pero a una estructura significativa –no de manera sumativa- y que para ese sujeto tiene un sentido determinado. Tomemos por ejemplo el concepto de libertad. Yo conozco el concepto de libertad relacionado a los esclavos, al movimiento, para disponer de mis bienes, etc. Pero ahora, en los debates de estos días, se escucha hablar sobre la libertad ideológica. Entonces tomo este nuevo concepto o información, lo incorporo y lo hago mío, lo desarrollo, lo aplico y puedo explicarlo.
Con frecuencia, sociedad de la información y sociedad del
conocimiento son conceptos diferentes y sin embargo, muchas veces se los
considera lo mismo. Es decir, los términos “conocimiento” e “información” se
emplean como sinónimos. Tal vez por ello, no siempre se distingue claramente
entre sociedad del conocimiento y sociedad de la información. La información se
toma a veces como equivalente a saber o conocimiento, pero hay muchas
diferencias entre información y conocimiento. Tener o acceder a información
sobre un determinado tema no equivale a poseer conocimiento acerca del mismo.
Conocer y pensar no es simplemente almacenar, tratar y comunicar datos. A pesar
de que el conocimiento se basa en la información, ésta por sí sola no genera
conocimiento.
El conocimiento es una capacidad cognoscitiva.
La información, en cambio, es un conjunto de datos
estructurados, relacionados y jerarquizados entre sí.
Según Hansson (2002) “El conocimiento es un concepto
complejo. En primer lugar, el conocimiento es una especie de creencia. Y en
segundo lugar, lo que se considera conocimiento tiene que estar justificado.
Por lo tanto, el conocimiento tiene elementos tanto subjetivos como objetivos.
El conocimiento lo podemos definir como una creencia verdadera y justificada.
Esta definición se puede complicar incluyendo el tema de la asimilación
cognitiva. Los datos tienen que ser asimilables para que se puedan calificar de
información, y cognitivamente asimilados para que se puedan calificar de
conocimiento”.
Aplicado a la educación, que es el espacio que nos ocupa, cuando se dice asimilable, se
refiere a que estén codificados de tal manera que sean factibles de decodificar
por aquellos que acceden a la información. Y cognitivamente asimilados se
refiere al proceso mental de adquisición para que dicha información pueda ser
aplicada en cualquier momento o circunstancia para resolver una situación determinada.
Es posible interpretar a la sociedad de la información como
una etapa previa a la sociedad del conocimiento, en la que se aplican las TICs
a un sinnúmero de actividades, lo que constituye la base para el desarrollo de
la sociedad del conocimiento. Ello implica un cambio cualitativo en el uso y
aplicación de la información para la generación de nuevos conocimientos, cambio
basado en la educación y el aprendizaje.
Chaparro (1998) define la sociedad del conocimiento
como “una sociedad con capacidad para generar conocimiento sobre su realidad y
su entorno, y con capacidad para utilizar dicho conocimiento en el proceso de
concebir, forjar y construir su futuro. De esta forma, el conocimiento se
convierte no solo en instrumento para explicar y comprender la realidad, sino también en motor de desarrollo y en factor
dinamizador del cambio social”.
Pascal (2018) sostiene que “Hoy la comunicación, la búsqueda de información, la creación de contenidos, la enseñanza (e incluso la seguridad que protege todo lo anterior) se produce por cauces electrónicos y en formatos digitales. Y este cambio, tan sustancial como lo fue la imprenta respecto al manuscrito, no sólo impone hábitos diferentes de escritura y de lectura; y no sólo cambia las formas de conservación de la información”.
Pascal (2018) sostiene que “Hoy la comunicación, la búsqueda de información, la creación de contenidos, la enseñanza (e incluso la seguridad que protege todo lo anterior) se produce por cauces electrónicos y en formatos digitales. Y este cambio, tan sustancial como lo fue la imprenta respecto al manuscrito, no sólo impone hábitos diferentes de escritura y de lectura; y no sólo cambia las formas de conservación de la información”.
A modo de cierre de este post y sin agotar el tema, digamos que a diferencia de la sociedad del conocimiento, la sociedad de
la información está dada por el uso que se hace de ella y se basa
específicamente en la apropiación y aplicación que se le puede dar a la
información y al conocimiento.
David Ausubel (1968). “Psicología de la Educación: Un punto de vista cognoscitivo”.
Sven Ove Hansson (2002). “Las
inseguridades en la sociedad del conocimiento”. Royal Institute of
Technology. Estocolmo.
Fernando Chaparro (2001). “Conocimiento, aprendizaje y capital social como motor de desarrollo”. Brasilia.
Álvarez Ramos, Eva y Blasco Pascual, Javier (2018).” Humanidades Digitales: Retos, Recursos y Nuevas Propuestas”. Valladolid.
Adriana Campagna (2009). FLACSO. Buenos Aires.
Fernando Rivas (2010). FLACSO. Buenos Aires.
David Ausubel (1968). “Psicología de la Educación: Un punto de vista cognoscitivo”.
Fernando Chaparro (2001). “Conocimiento, aprendizaje y capital social como motor de desarrollo”. Brasilia.
Álvarez Ramos, Eva y Blasco Pascual, Javier (2018).” Humanidades Digitales: Retos, Recursos y Nuevas Propuestas”. Valladolid.
Adriana Campagna (2009). FLACSO. Buenos Aires.
Fernando Rivas (2010). FLACSO. Buenos Aires.