La comunicación escrita
La eficiencia de la
comunicación dependerá de la aptitud que tenga el alumno para expresarse y
escribir correctamente, para que el lector entienda el mensaje que se desea transmitir. Este principio básico, es aplicable en cualquier orden y para todo tipo de situaciones, tanto vale para la universidad cómo para el desempeño laboral o comercial.
Es importante que los estudiantes en particular, tengan en cuenta estas normas elementales a la hora de enfrentar sus exámenes, trabajos de investigación, presentaciones, ponencias, elaborar los propios resúmenes o síntesis de clases, redactar su porfolio, etc.
La redacción
Consideramos aquí, la redacción escrita no hipertextual (chats, mensajes de texto, etc.), en la cual el alumno deberá dominar
la técnica para redactar en forma exacta, concisa y clara.
Para que la redacción sea correcta, deberá transmitirse exactamente el
significado de lo que se desea expresar, evitando confusiones o malas interpretaciones
por parte del destinatario.
El conocimiento de
la gramática, la práctica frecuente de la escritura y redacción, facilitarán la comunicación escrita. Difícilmente podamos transmitir ideas, si la persona que lee no comprende lo que hemos intentado decir. Para adquirir la habilidad en la redacción de textos como competencia profesional, es necesario practicar y desarrollarla durante la formación universitaria.
He aquí algunos aspectos, no excluyentes, que es conveniente tener en cuenta:
1.
Unidad:
desarrollar una idea principal por vez.
2.
Exactitud:
evitar los errores conceptuales y mecánicos.
3.
Claridad: transmitir
exactamente lo que se desea expresar, sin dar lugar a dudas o interpretaciones.
La aplicación exacta de las reglas ortográficas y gramaticales, puntuación y
ortografía, contribuirán a una mayor claridad.
4. Coherencia y disposición relevante: Disponer y desarrollar los puntos que trate el tema en forma lógica
y ordenada.
Mediante
una adecuada sintaxis, y una clara exposición de los asuntos tratados, se harán
resaltar las ideas importantes o fundamentales. La subdivisión del contenido en
números, párrafos, etc., facilitará su lectura.
Cuando sea necesario, se podrán emplear títulos y subtítulos dispuestos convenientemente para estructurar la escritura en forma simple y clara, y concentrará la atención del lector sobre
lo que se tratará.
Los
títulos y subtítulos deberán estipularse de forma tal, que proporcionen una
idea básica de lo que se tratará a continuación. Asimismo, será conveniente que
al comenzar un párrafo la frase inicial nos proporcione una idea general sobre su
contenido.
5. Objetividad: Expresar
los conceptos desde un punto de vista impersonal, imparcial y sin prejuicios.
6. Integridad: Desarrollar
completamente todas las ideas, sin que queden aspectos sin tratar y con todos
los elementos de juicio necesarios para su aprobación o desaprobación.
7. Concisión: Se basará en una
síntesis apropiada. Si el escrito fuera breve, menores serán las
posibilidades de error, pero a su vez, podrá afectar la claridad, la que nunca se deberá sacrificar en beneficio de
la brevedad.
8. Comprensión: Se utilizarán las palabras
y términos apropiados y acordes a la temática abordada en el escrito y que faciliten la rápida comprensión
del mismo. Se evitará emplear términos ajenos que dificulten su exacta
interpretación.
9. Simplicidad: Se emplearán oraciones
y párrafos cortos y de construcción directa.
10. Abreviaturas: Las abreviaturas específicas podrán ser
empleadas cuando el trabajo así lo requiera, de lo contrario es recomendable su empleo. Se evitará usar abreviaturas cuándo éstas
dificulten la comprensión. Como regla general, al emplearse por primera
vez una abreviatura poco frecuente en un escrito, se deberá colocar
entre paréntesis su significado.